15 oct 2010

Juntas de Gobierno: ¿Cómo llegan sus integrantes?

En las entregas anteriores hemos comentado diversos aspectos de las juntas de gobierno.  Se han revisado sus funciones, el perfil que sería deseable encontrar entre sus miembros y, por último, la cuestión de la procedencia institucional de los mismos.  Aunque no se haya  explicitado de esa manera, todos estos aspectos son importantes porque pueden impactar el nivel de legitimidad con el que una comunidad reconoce a su junta de gobierno.

Además de los tres factores anteriores, existe al  menos otro que aún no hemos comentado y que es fundamental para entender la legitimidad asignada a una junta de gobierno.  Se trata del  proceso mediante el cual los miembros de una junta de gobierno se integran a ella.  Podemos visualizar, como situaciones contrastantes en los extremos de un continuo, los dos esquemas siguientes.

De acuerdo a un primer esquema, se sigue escrupulosamente la letra y el espíritu de la normatividad para la elección de los miembros de una junta de gobierno.  Así, por ejemplo, si en una universidad, como es el caso de la nuestra, la normatividad establece que es el Consejo Universitario la instancia que elige a los integrantes de su junta de gobierno, entonces se implementa un proceso en el que los participantes de la decisión tienen, por anticipado, toda la información necesaria para razonar el sentido de su voto.  Además, como una votación adquiere pleno sentido en el contexto de alternativas, a la elección de un nuevo miembro de la junta de gobierno se presentan, como candidatos, dos o más personas que son propuestas y aspiran a ocupar un puesto en ella.  Y dado que los consejeros universitarios representan, de alguna u otra manera, a distintos sectores de la comunidades universitaria, se permite y promueve que los consejeros universitarios estén atentos a lo que sus respectivas comunidades expresen respecto uno u otro aspirante.

El segundo esquema consiste en que los miembros de una junta de gobierno sean incorporados como tales por la voluntad expresa de una instancia de autoridad, aún cuando tal instancia no tenga, en teoría, dicha facultad.  Estamos ahora hablando de una situación en la que los órganos de decisión han sido coptados por instancias externas a ellos.  En este estado de cosas la instancia que decide quién ingresa a una junta de gobierno, es el o los “líderes políticos” de la institución, dándose el caso, inclusive, de que los mismos estén fuera de la universidad.

Los dos esquemas extremos anteriores, así como toda la gama de combinaciones entre ellos, pueden entenderse como una expresión de al menos cuatro dimensiones subyacentes.  En primer lugar, puede identificarse una dimensión de participación.  ¿En qué grado y cómo participa la comunidad universitaria en el nombramiento de un nuevo miembro de la junta de gobierno?  En segundo lugar, se puede identificar una dimensión de autoritarismo.  ¿En qué medida el nombramiento de un nuevo miembro de la junta de gobierno es el resultado del ejercicio, por parte de una persona o de un pequeño grupo de ellas, de la autoridad formal y/o informal que detentan?  En tercer lugar, puede identificarse una dimensión política.  ¿Con qué extensión la incorporación de un nuevo integrante de la junta de gobierno refleja cuestiones de intereses de grupos que compiten entre sí por tener el control de las decisiones clave de la institución?  Finalmente, podemos identificar una dimensión meritocrática.  ¿En qué grado la incorporación de un nuevo miembro de la junta de gobierno refleja los méritos de la persona involucrada?

Así pués, cuando se designa a un nuevo miembro de una junta de gobierno es factible preguntarse el grado en el que pesaron la participación de la comunidad involucrada, el ejercicio de la autoridad de diversas instancias institucionales y externas, consideraciones políticas asociadas a individuos y grupos y, por último, el mérito propio del sujeto implicado.  La forma en que se responda esta pregunta no es de ninguna manera ociosa, ya que, como se adelantó, la respuesta afecta el nivel de legitimidad de la junta de gobierno en cuestión.  En general, a mayor participación y a mayor atención al mérito de los involucrados, mayor legitimidad.  En sentido opuesto, si el ingreso de los miembros de una junta de gobierno refleja más el ejercicio de la autoridad y consideraciones políticas, menor legitimidad.  ¿Cómo han llegado los miembros de la Junta de Gobierno de la UABC a ser tales?  Este es un factor que seguramente influye en el nivel de legitimidad que actualmente tiene este órgano de gobierno.  Proseguiremos.

2 comentarios:

  1. Celebro esta oportunidad de participar en este espacio creado por Jesús Francisco Galaz, especialmente por sus objetivos y el espíritu constructivo que lo anima. Soy un convencido de que en cualquiera que sea nuestra responsabilidad dentro de las universidades, hay que tratar siempre de hacer la diferencia, que contribuya a mejorar lo que ocupa nuestro tiempo y esfuerzos. Por ahora, y particularmente en este momento en la vida de la UABC, espero que se difunda la existencia y contenidos de este Blog. Felicitaciones Jesús.
    Luis Lloréns B. Investigador IIS-UABC.

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  2. Hola Jesús,
    He estado pendiente de las participaciones relacionadas con el proceso institucional que se está viviendo al interior de la institución. Todas tienen material para hacer comentarios, sobre todo esta última, sin embargo, dar una opinión por escrito, lo que en principio debería ser un ejercicio sencillo en un ambiente académico universitario, resulta que no lo es del todo, en parte porque es algo que no se acostumbra en la institución, en parte porque no a todos los académicos se les facilita o no a todos les interesa participar, en parte porque tampoco es algo se haya intentado promover, quizás por atender las urgencias y dejar a un lado lo importante, y menos ahora que todo se evalúa. Pues resulta que invertir tiempo en temas importantes, como el que ahora está en proceso, no da puntos para el programa de evaluación al desempeño y puede verse como una distracción. Pero bueno, lo que quería era comentar sobre lo oportuno del espacio, lo conveniente de contar con él y sobre la dimensión meritocrática (!vaya palabra!), que la nota indica es una de las 4 dimensiones subyacentes a los dos esquemas mediante los cuales los miembros de una junta de gobierno se integran a ella.
    Al cuestionamiento que se expone ¿En qué grado la incorporación de un nuevo miembro de la junta de gobierno refleja los méritos de la persona involucrada? Esperaría que la designación en realidad obedezca a un reflejo de sus méritos:
    En su trayectoria personal, que sea una persona que no exista duda de su probidad. En lo profesional, que sus logros los haya obtenido de acuerdo a sus planes y proyectos establecidos, más que a golpes de suerte o circunstanciales. Que sus puestos laborales y productos finales fuesen medibles y que estos últimos fuesen resultados de sus proyectos, de su visión hacía dónde quiso dirigir sus esfuerzos, visión basada en el contexto local, regional, nacional e internacional, los cuales conoce por su formación y experiencias. Que sea reconocido en su área no sólo por sus productos finales, sino por la ruta que siguió para lograrlos, distinguida por valores como la honradez, respeto, humildad y amistad. Que tenga capacidad para transmitir su experiencia profesional y que el candidato para ingresar a la junta de gobierno tenga interés en aplicar sus conocimientos y experiencias en planes que permitan asegurar el crecimiento armónico de la institución.
    Se podría seguir y ahondar en los detalles de cómo medir cada cosa, pero se requiere el apoyo de los que se dedican a eso. Por tu atención y oportunidad que has abierto al crear este espacio para participar, muchas gracias. Saludos.
    Oscar Delgado-González
    Investigador IIO-UABC.

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